Encargada del Fondo Margot Loyola de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso indicó que nuestras tradiciones típicas no solo se manifiestan en fiestas patrias y que los chilenos viven con más fuerza las costumbres arraigadas en sus propias zonas geográficas.
Fiestas Patrias es la época del año en que se manifiestan con más fuerza las tradiciones chilenas. Las banderas, la cueca y las empanadas se hacen presente en todos los rincones del país, como máxima expresión de nuestra identidad.
Pero Chile es un territorio tan diverso, que las expresiones de identidad difieren según el área geográfica. Es por ello que, al margen de los símbolos patrios que nos unen, los compatriotas se identifican con más fuerza con aquellas comidas, folklore y costumbres de las zonas a las que pertenecen.
María Eugenia Cisternas, profesora de música y encargada del Fondo Margot Loyola de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV), señaló que en cada región las realidades son muy diferentes en lo cultural y que “todas son válidas, todas son chilenas. Es difícil sentir como un nortino, si yo no pertenezco a esa parte del país; claramente las comidas, el baile y la música las van a vivir con mayor fuerza quienes pertenecen a la zona norte. Lo mismo ocurre en la zona central, donde probablemente se van a vincular más con la cueca campesina, con la tonada y la comida típica de esa área. Y si vamos mirando hacia el sur, en Chiloé es otro mundo”.
Si bien septiembre es el mes donde más se manifiestan nuestras tradiciones, la académica precisó que la chilenidad puede vivirse durante todo el año y que “no se precisa que llene mi casa de banderas para decir que soy chilena. La chilenidad se vive con un sentimiento de apego y compromiso con el pueblo de Chile, con la gente, los que trabajan, los que hacen las artesanías, los que hacen la comida, los cantores, las cantoras, con toda esa gente que se mueve en la cultura de nuestro país desde la raíz”.
La docente también hizo hincapié en que las expresiones de la chilenidad deben aprenderse y que hay que tener curiosidad por conocer más sobre nuestras raíces y la riqueza cultural de nuestro país. “Si los niños hoy día no reciben una buena formación en cuanto al valor que tiene nuestra cultura, van a valorar otras cosas y eso depende de quiénes somos los adultos hoy y de que les enseñemos esta diversidad cultural. No se necesita que uno se vista de bandera para ser más chileno. Yo, por ejemplo, escucho música chilena todo el año y la gozo, pero eso yo lo aprendí, lo aprendí con Margot Loyola. Mi vida gira en torno a la música tradicional chilena, pero alguien me lo enseñó, me enseñó a disfrutar y a gozar de las tradiciones de nuestra cultura”, añadió.
Fondo Margot Loyola e Instituto de Música
El Fondo de Investigación y Documentación Margot Loyola Palacios forma parte del Instituto de Música de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (IMUS) y mantiene en sus archivos diversas composiciones y escritos de la folklorista, quien también fue académica de la PUCV.
Por su parte, el IMUS imparte actualmente las carreras de Pedagogía en Música; Licenciatura en Ciencias y Artes Musicales; Licenciatura mención Composición e Intérprete Musical.
Fuente: PUCV
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