El pasado mes de junio se registraron una serie de inconvenientes producto de la situación frontal que afectó a la región, generando situaciones de emergencia y daños al interior de las comunas y en los establecimientos educacionales, lo que motivó la solicitud de suspensión de clases por parte de sostenedores públicos. El Gobierno decretó zona de catástrofe para la región, activando medidas de urgencia y de apoyo en aquellas zonas más afectadas, como ocurrió con las comunas de Arauco y Curanilahue, donde se mantuvo la suspensión de clases hasta el inicio de las vacaciones de invierno.
Durante este periodo, profesionales de la seremi y de los municipios, realizan la evaluación de los daños declarados por los sostenedores, a fin de consolidar los antecedentes y así gestionar los proyectos de emergencia que sean pertinentes, etapa que está en curso.
El seremi de Educación, Carlos Benedetti, expuso este viernes la situación regional en torno a este tema e indicó que “de un total de 994 establecimientos que perciben subvención, los sostenedores reportaron daños en 209, es decir, un 21% del total. De ellos 97 corresponden a la provincia de Concepción, 44 a la provincia de Arauco y 68 a la provincia de Biobío. Ahora, de cara al inicio del segundo semestre escolar, la totalidad de los recintos educativos de la región están en condiciones de volver a clases este lunes 8 de julio, con la excepción de la Escuela Valle Arauco de Arauco, retrasando su retorno ya que existe una afectación en el terreno donde se encuentra emplazado”.
El seremi detalló que “el municipio de Arauco desarrolló un plan de contingencia, conocido y revisado por nuestros profesionales, a fin de establecer las acciones que se deban coordinar, eso es algo que está en marcha, los 65 niños y niñas serán reubicados en un centro comunitario que está en el mismo sector de Pichilo, para que puedan retornar el próximo 22 de julio a clases”.
En cuanto a la situación estructural del establecimiento, se indicó que se realizaron visitas técnicas durante estas semanas para determinar el grado de afectación, producto de la remoción en masa generada en el terreno, y así poder establecer el tipo de intervención que debe realizarse y los recursos de emergencia que se requieren para estos casos. Lo mismo ocurre con otros sostenedores que dieron cuenta de afectación en sus recintos, debiendo cumplir con el proceso de revisión de cada uno por parte del área de infraestructura de la seremi.
En cuanto al balance general en la región, el delegado presidencial (s) del Biobío, Humberto Toro, precisó “tenemos 6.300 fichas FIBE aplicadas, lo que es un número altísimo, también tenemos 1.200 que se aplicaron fundamentalmente al otro bono, que tiene que ver con enceres, ósea uno es enceres y el otro es el bolsillo electrónico, que son los recursos para que las personas puedan comprar la materialidad que requieren en las viviendas que sufrieron alguna consecuencia y también se ha trabajado fuertemente con el forraje”.
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