La Sala de la Cámara aprobó por 77 votos a favor, 8 en contra y 29 abstenciones, el proyecto que aprueba el Acuerdo Marco Avanzado (AMA) y el Acuerdo Interino de Comercio entre Chile y la Unión Europea (UE), con sus anexos, apéndices, protocolos, notas y declaraciones, suscritos en Bruselas, Bélgica, el 13 de diciembre de 2023 (boletín 16862).
Este nuevo documento, indica el mensaje del Ejecutivo, marca un hito significativo en las relaciones comerciales y diplomáticas con la UE, a partir de actualizar el acuerdo de 2002, para abordar desafíos globales como el cambio climático, el desarrollo sostenible y la innovación tecnológica.
En tal plano, este refuerza la relación de más de 60 años entre Chile y la Unión Europea, lo cual incluye un diálogo político ampliado y una cooperación más estrecha en valores compartidos como la democracia y los derechos humanos.
El acuerdo, despachado al Senado para su segundo trámite, consta de un marco avanzado y un acuerdo interino comercial, este último ya aprobado por el Parlamento y el Consejo Europeo.
En este ámbito, se establece la participación de grupos consultivos internos compuestos por una representación equilibrada de organizaciones independientes de la sociedad civil, y se contempla un foro permanente para el diálogo sobre la implementación del Acuerdo.
Además, se moderniza el actual acuerdo de Asociación Chile-UE, para expandir el porcentaje de productos cubiertos por alguna rebaja arancelaria -por parte de la Unión Europea- desde un 94,7% a un 99,6% de las líneas arancelarias, lo que representa casi el total de las exportaciones chilenas a la Unión Europea.
Beneficios comerciales del acuerdo
Según se explica en los fundamentos de este proyecto, se señala que los beneficios del AMA se traducirán en un aumento del porcentaje de productos cubiertos por rebajas arancelarias, beneficiando especialmente a sectores como el aceite de oliva, las carnes, la leche, los productos agroindustriales y el salmón.
También, que aborda aspectos como el desarrollo sostenible, promoviendo estándares ambientales alineados con el Acuerdo de París, así como la igualdad de género en el ámbito comercial, con la inclusión de un capítulo dedicado a este tema.
Asimismo, se indica que se establecen disposiciones para facilitar el acceso de las pymes chilenas a los mercados europeos; promover sistemas alimentarios sostenibles, con medidas dirigidas a reducir la pérdida y el desperdicio de alimentos, entre otros aspectos.
En particular, el Acuerdo incorpora capítulos sobre comercio digital, energía y materias primas, modernizando así la relación comercial entre ambas partes y fortaleciendo las cadenas de valor en sectores estratégicos.
Finalmente, la modernización del acuerdo de inversiones aseguraría un marco más equilibrado de protección para las inversiones. Y, establece un tribunal bilateral permanente para resolver controversias, lo que contribuye a promover la seguridad jurídica y el desarrollo económico sostenible en ambos territorios.
Ejecutivo
El ministro de RR.EE., Alberto Van Klaveren, expuso que el acuerdo colabora en el prestigio internacional de Chile, que está dado por la continuidad de su política comercial, fortaleciendo la cooperación en ámbitos que reflejan valores comunes.
Junto con la modernización de las disciplinas tradicionales de los acuerdos comerciales ya contenidos en el acuerdo anterior, el ministro señaló que este acuerdo se destaca por la introducción de nuevos capítulos que capturan el dinamismo de la economía global.
Al respecto, se expresan acentos propios de la inserción económica internacional de Chile. Entre ellos, el capítulo de desarrollo sostenible, uno sobre género y comercio y otro sobre pequeñas y medianas empresas; destacando los nuevos capítulos sobre sistemas alimenticios sostenibles, comercio digital y de energía y materias primas.
Intervenciones a favor
En el debate en Sala se manifestaron posiciones encontradas sobre la adopción de este Acuerdo Marco Avanzado.
Así, desde una primera mirada, se planteó que se busca apostar por el comercio. Sin embargo, otro sector expuso sus dudas en relación, por ejemplo, a las licencias de medicamentos y la extracción de recursos minerales.
Para quienes respaldaron la norma, se trata de una medida que impulsa el crecimiento, generando mejores condiciones de vida y que ratifica una posición de liderazgo para el país.
En este sentido, puntualizaron que los beneficios son múltiples para sectores claves de la producción nacional como el aceite de oliva, las carnes, y productos agroindustriales como el pescado.
Además, destacaron que hay mejoras en las cuotas de exportación, con la intrducción de nuevas cuotas y la mejora de las existentes para productos como carnes de ave, porcino, ajo, entre otros.
Críticas
Desde la vereda contraria, consideraron que este tipo de acuerdos tienen que evaluarse en el mérito de la asimetría de los beneficios y las concesiones estratégicas de los recursos naturales como el cobre y el litio.
Las y los legisladores, en esta postura, manifestaron sus dudas relacionadas con la protección de la comercialización de productos farmacéuticos que no estarían contemplados en la legislación nacional.
Por otro lado, plantearon que, por más beneficios económicos que tenga este acuerdo, hay elementos de destrucción valórico cultural pues los cimientos están en la agenda 2030 y la ideología de género.
Intervinieron las y los diputados: Diego Schalper (RN), Hernán Palma (IND), Tomás Lagomarsino (IND), Cristóbal Urruticoechea (PREP), Johannes Kaiser (IND), Tomás De Rementeria (IND), Camila Musante (IND), Francisco Undurraga (Evópoli), Félix González (IND) y Jorge Alessandri (UDI).
Además, Vlado Mirosevic (PL), Miguel Mellado (RN), Luis Sánchez (PREP), Jaime Naranjo (PS), Jaime Sáez (FA), René Alinco (IND), Diego Benavente (UDI), Emilia Nuyado (PS), Frank Sauerbaum (RN); José Carlos Meza (PREP), Leónidas Romero (IND), Agustín Romero (PREP), Ricardo Cifuentes (DC), Leonardo Soto (PS), Daniel Melo (PS) y Gaspar Rivas (IND).
Fuente: Cámara de Diputadas
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