En una jornada marcada por la participación ciudadana, Claudio Orrego logró imponerse en la segunda vuelta de las elecciones para Gobernador Regional de Santiago, obteniendo un sólido 55,03% de los votos frente al 44,97% de su rival. Este triunfo refuerza su compromiso con las prioridades de la Región Metropolitana, destacando los desafíos en seguridad, desigualdad, y sostenibilidad climática.
Junto a alcaldes, alcaldesas y autoridades de la región el gobernador Claudio Orrego se dirigió a la ciudadanía:
“El pueblo habla, los candidatos escuchamos, y después seguimos mirando hacia adelante por una mejor ciudad, una mejor región y un mejor país. Y hoy día quiero partir agradeciendo. Primero, a los 26.000 independientes que nos dieron su firma para poder inscribir esta candidatura. Un aplauso para ellos, porque en tiempos de desconfianza es difícil poner la firma. Quiero agradecer a quienes me acompañan aquí en el estrado, que son las alcaldesas y los alcaldes de la Región Metropolitana, que fueron los primeros antes que las fuerzas políticas en darnos su apoyo, porque trabajamos codo a codo estos años recuperando la ciudad para las personas y sirviendo a los más vulnerables, a los que más han sufrido.
Quiero agradecer también a las fuerzas políticas que nos apoyaron, porque si bien yo soy independiente, siempre he creído en la importancia de las fuerzas políticas en la construcción de un mejor país. Quiero agradecer también a las personas del otro lado de la línea política, la gente más bien de la oposición que nos apoyó, que nos dio el coraje de recibir muchas veces la crítica de los suyos, la gente de Demócratas, la gente de Amarillos, la gente de Una que nos Una, el alcalde René de la Vega, todos los que del otro lado nos apoyaron, también muchas gracias porque esta es una tarea absolutamente compartida.
Quiero agradecer a Rodrigo Logan, candidato a gobernador en la primera vuelta, a Carlos Pichuante, a Nathalie Joignant, a Catalina Valenzuela, todos contendores que en la segunda vuelta nos dieron democráticamente su apoyo. Y muy especialmente quiero agradecer al millón seiscientos cincuenta mil habitantes de nuestra región que en primera vuelta nos dieron su apoyo y a los más de dos millones que nos dieron el apoyo en segunda vuelta.
Todavía no sabemos cuántos son, pero mucha gente. Dijimos al comienzo de esta campaña que esta no era una campaña de un plebiscito nacional, ni derecha ni izquierda, dijimos que esta era una campaña sobre la Región Metropolitana, sobre Santiago, sobre sus dolores, sobre el tipo de liderazgo que requería esta región. Y quiero decirles a todos mis colegas que están acá, a todos nuestros amigos, que esa batalla la ganamos. Esta fue una elección de la región. No un plebiscito ni del gobierno ni de otra primaria presidencial, fue una elección para los santiaguinos, los habitantes de la Región Metropolitana. Y yo creo que hoy día tenemos que celebrar todos, porque no solamente gana una persona, yo creo que de verdad lo anecdótico es que yo sea el próximo gobernador. Creo que hay cosas más profundas que triunfaron hoy día.
Lo primero es una visión de ciudad y de región, que sea más justa, donde todos los habitantes de Santiago sean del mundo rural o del mundo urbano, sean de las comunas populares o las comunas del sector oriente, tengan derecho a la misma ciudad y a los mismos bienes y servicios y oportunidades. Una ciudad donde la seguridad sea una tarea compartida, de las policías y las fiscalías, pero también de los municipios y las comunidades. Que sea represión al delincuente, pero también prevención con el niño. Eso es lo que ganó hoy día. Y, por supuesto, ganó hoy día una visión de ciudad, donde el medioambiente nunca más va a ser tomado como algo accesorio, sino que algo central del modelo de desarrollo.
Y dijimos también que esto tenía que ver con un tipo de liderazgo. Y yo les quiero decir, hoy día ha ganado la moderación por sobre la polarización. La cooperación por sobre la confrontación. Y el diálogo por sobre el insulto. Tenemos que aprender a trabajar entre todos. Por eso es que, junto con la moderación, con la cooperación y también con el diálogo, creo que triunfó en esta elección una idea que instalamos desde el día uno y que no ha sido extinta de polémica, que es la transversalidad. Que aquí no sobran manos. Que aquí no sobra nadie. Que ni Chile ni la región metropolitana es de unos pocos o solamente de los que piensan como yo.
A quienes votaron por Francisco Orrego, que también soy el gobernador de ellos y que voy a trabajar con ellos también como voy a trabajar por quienes votaron por nosotros. Aquí están las alcaldesas y alcaldes que me apoyaron. Pero ellos saben que mi compromiso es a sangre y fuego, que voy a trabajar con los alcaldes y alcaldesas que me apoyaron, pero también con aquellos que votaron por mi contrincante.
Y lo más importante, quiero decirles que yo por lo menos entiendo la política como un arte de construir puentes entre personas que piensan distinto. Chile no le pertenece a un sector. Cada vez que un sector se ha arrogado al país o la región para sí mismo, nos ha ido mal. Tenemos que ser capaces de construir una región y un país entre todos y entre todas.
Y ese es el mensaje de esta región y por eso termino diciendo el tercer triunfo que tenemos hoy día, el buen trato. Lo ha dicho Tomás, nuestro generalísimo de campaña. Podemos pensar distinto, pero no somos enemigos. Podemos discutir con pasión, pero respetándonos uno a otro. El que está al frente es una persona tan legítima como yo. Y los que somos autoridades, los que hemos tenido la confianza del pueblo, tenemos que predicar con el ejemplo. Chile está cansado de violencia, no solamente física, también verbal. Por favor, aprendamos a tratarnos bien, a tratarnos con cariño, a tratarnos con respeto y nunca más insultos a nadie menos a las mujeres. En tiempos de crisis de la confianza en la política y en las instituciones, porque hagamos los cargos, la gente.
También quiero hablarles a los miles de santiaguinos que no fueron a votar o que votaron blanco y nulo. Yo me siento con una tremenda responsabilidad hoy día y asumo con gran humildad el mandato que me han dado los habitantes de nuestra región. Tenemos que reconquistar la confianza de la gente. Y eso no se hace con más peleas, se hace con más trabajo. Eso no se hace desde la oficina, se hace desde el terreno. Eso no se hace hablando, se hace escuchando. Pero lo más importante, eso se hace traduciendo los sueños y los problemas en acciones concretas. Gobernar es hacer, no solamente discursar.
Y yo me comprometo solemnemente hoy día a que, con nuestro equipo, con todos los alcaldes y alcaldesas, vamos a trabajar abnegadamente para hacer de Santiago un lugar mejor para vivir. Para todos. Aquí no puede haber ciudadanos de primera o segunda categoría. Así que yo le hablo a todos los habitantes de esta región. Vamos a darlo todo, nuestra inteligencia, nuestro trabajo, nuestra pasión, para hacer que las cosas pasen. Para terminar el Cerro Chena. Para terminar la Alameda. Para terminar el Cerro Renca. Para hacer el Mapocho Pedaleable. Para hacer el Canal Ortuzano. Para terminar los cuarteles de la PDI pendiente. Nos vamos a descansar hasta que a punta de trabajo y a punta de obras concretas logremos recuperar la confianza de ustedes.
Y cuando llegue el fin de este mandato, podamos decir con tranquilidad y con alegría, hemos cumplido, honramos nuestra palabra, trabajamos con todos y volvimos a ser de la política un instrumento de transformación, un instrumento de justicia y un instrumento de esperanza para los que tienen menos y los que más necesitan. Así que a todos y a todas, muchas gracias. Este es un día importante para nuestra región. Les quiero mandar un saludo a todos nuestros habitantes, los que votaron y no por nosotros, en el mundo rural, en la provincia de Melipilla, en la provincia de Talagante, en la provincia de Chacabuco, en la provincia del Maipo, en la provincia de Cordillera y todas las comunas de la Región Metropolitana. O estamos todos en el mismo barco y hacemos que a todos nos vaya bien o esta región y esta ciudad no va a salir nunca adelante. Así que, una vez más, gracias, gracias, gracias y a partir de mañana, ¡a trabajar! ¡Vamos que se puede!”
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